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Yanina Welp entrevistada sobre «2016: año del referéndum»: Bolivia, Brexit, Colombia, ... 

«En Venezuela ya no puede hablarse de democracia», dice Yanina Welp en amable entrevista concedida a Luis Vélez Serrano de PuntoLatino

 

La Dra. Yanina Welp, co-directora del Centro Latinoamericano de la UZH, es politóloga y una autoridad reconocida internacionalmente en materia de democracia directa. Yanina Welp es directora regional para América Latina del Centro para el análisis de la democracia directa de la UZH. Ella es miembro de nuestra flamante asociación y amablemente nos acepta una breve entrevista sobre este tema. Agradecemos a Yanina Welp por la entrevista, Luis Vélez Serrano.

 

— 2016 ¿el año del referéndum? (NO a Evo Morales en Bolivia, Brexit en Reino Unido, la paz en Colombia, la Constitución en Italia ...). Cuando la consulta es propuesta por el gobierno y el resultado le sale adverso ... en Suiza se respeta el veredicto soberano, en América Latina ...[comentario] ...

— Es una cuestión clave y con varias dimensiones. En primer lugar, para que de una consulta popular pueda derivarse una política concreta, es importante que la pregunta esté definida claramente. La cuestión debe poder dirimirse con un Sí o un No. Esto ocurrió, por ejemplo, cuando se consultó en Costa Rica, en 2007, sobre la adhesión del país al tratado de libre comercio, lo que derivaba en una posición clara: se entra o no. Pero esto no siempre es posible, como mostraron los Acuerdos de Paz en Colombia, donde las dimensiones en discusión era múltiples. La mayoría de los que votaron en contra no estaban a favor de mantener el enfrentamiento sino en contra de aspectos específicos del acuerdo. Otro tanto puede decirse del referéndum Italiano de diciembre, que implica un número de reformas constitucionales de diverso tipo.

Cuando las preguntas son ambiguas, la discrecionalidad de los representantes es mayor para adaptar las políticas públicas a sus deseos. Suiza vive un dilema creciente en este sentido, que daría para una larga discusión (por ejemplo → [enlace desactivado]. 

Finalmente, cabe mencionar el incumplimiento de lo votado. Esto puede pasar con independencia de si fue el gobierno o la misma ciudadanía quién inició la consulta. Ocurrió por ejemplo en Venezuela, en 2007. El PSUV perdió el referéndum de ratificación de la Constitución pero poco después pasó buena parte de las medidas por apoyándose en su mayoría en la asamblea. Pero insisto, es un problema profundo, no específico de los países latinoamericanos. Donde más contradicciones hemos visto en este sentido ha sido en el seno de la UE, con la repetición de referendos, como en Irlanda, entre otros casos.


— La proliferación del referéndum ¿significa también el aumento de la desconfianza popular en la clase política?

— La desconfianza popular en la clase política, la denuncia de hechos de corrupción en muchos países, el olvido de los programas de campaña, todo esto impulsa cambios en la arena política. Las manifestaciones son muchas y están interrelacionadas. Entre ellas destacan la pérdida de credibilidad de los partidos tradicionales (destacada en países como Grecia o Austria), el surgimiento y crecimiento de nuevos partidos que atraen a buena parte del electorado (Francia, España) y el reclamo de mayor participación directa de la ciudadanía.

— En un artículo tuyo publicado en Clarín (Bs As) muestras que en el caso colombiano, hubo mentiras en la campaña de la oposición y errores de formulación y de apreciación por parte del gobierno. ¿Podrías comentar brevemente el caso colombiano?

— En general, sería conveniente que los presidentes no convoquen consultas populares, como ocurre en Suiza, pero que se habiliten mecanismos para que la ciudadanía los active si lo considera necesario. Es difícil que en sistemas presidencialistas no se personalice la consulta popular. Cuando se trata de un tema tan serio en términos afectivos, históricos, económicos y políticos como es el desarme y pacificación de un grupo armado que ha operado por medio siglo, las complicaciones son indudablemente muchas. A eso se agrega una oposición poco responsable como la que encarna el Centro Democrático y el ex presidente Alvaro Uribe, la alta abstención que caracteriza a Colombia desde hace décadas, etc. Santos activa la consulta argumentando que era una apuesta democrática, pero diseñó la campaña estratégicamente para clausurar el debate: quienes no están de acuerdo están a favor de la guerra. Las mentiras que desde el lado de la oposición y algunos grupos religiosos en relación, por ejemplo, a la “ideología de género” ciertamente enturbiaron el proceso.

 

— Para que un mecanismo democrático como el Referéndum goce de legitimidad, las instituciones como el parlamento, el poder judicial, la autoridad electoral, partidos, etc., juegan un rol y son garantía. ¿A referéndums en Venezuela y Bolivia, por ejemplo, qué garantías se les podría exigir?

— No hay exigencias específicas para ningún país. Hay unas reglas del juego y estas se tienen que cumplir. La OEA y otros organismos de observación electoral siguieron el referendo boliviano de 2016 y dieron un informe que podríamos definir como moderadamente positivo de cómo se desarrolló. El informe está disponible. Otro tema es si se respetan o no los resultados.
En Venezuela ya no puede hablarse de democracia porque ninguno de los poderes mencionados (poder judicial, autoridad electoral, partidos) funciona adecuadamente, no hay más que decir.

 

— En Bolivia el pueblo (referéndum 21.02.16.) dijo «No» a la re-reelección de Evo. Ahora el gobierno ha organizado una comisión que estudia 4 mecanismos para insistir en la re-re-postulación de Morales. Uno de ellos, una decisión de la Corte Constitucional ya le salió adversa. Otro de los mecanismos es lanzar un nuevo referéndum. ¿Te parece «democrático»? Otra de las posibilidades es que renuncie 6 meses antes y que se «habilite» así como candidato (utilizan como jurisprudencia el que presidentes militares de facto renunciaron meses antes para lanzar sus candidaturas civiles). ¿La respuesta sería un revocatorio? Las redes hablan de un 2017 año de revocatorios ...

— Quizá encuentren una fórmula que se ajuste a una forzada legalidad. Hay hechos que abiertamente rompen con la legalidad y otros erosionan el sistema de a poquito. El revocatorio puede dar una opción pero para que se active se deben cumplir las reglas (y no debe haber reglas ad hoc para impedirlos). Los mecanismos de democracia directa presentan la curiosa paradoja de que suelen introducirse en contextos de inestabilidad pero suelen funcionar bien en contextos en que existen garantías democráticas.

 

— ¡Muchas gracias Yanina por la entrevista!

 


 

De otra parte, publicamos un reciente artículo de Y. Welp sobre su reciente libro: → VER.

 


 

También les ofrecemos el vídeo de 2016, en el que es entrevistada por la televisión argentina sobre este mismo tema:

 

 

 

 

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