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Perú en la Feinmesse de Basilea
— Nota de Luis Eduardo Pérez Peralta, redactor invitado de ©PuntoLatino, Basilea 05.11.2018. Fotografías: ©Luis Eduardo Pérez Peralta.
Perú como invitado de honor tuvo una gran acogida gracias a los 16000 visitantes proyectados en la Feria Deliciosa de Basilea (Feinmesse Basel). Durante cuatro días la Basler Feinmesse le rindió homenaje a los sabores y sensaciones de la comida y la bebida de Suiza y el mundo.
Desde el jueves 1ro de noviembre y durante cuatro días los amantes del buen gusto y los de buen diente se rindieron ante la oferta de diferentes productos del país sudamericano. Gracias a la organización de Peruvisión con el apoyo de la embajada del Perú, en Suiza doce expositores peruanos participaron en una de las ferias en el sector gastronómico más grande de Suiza.
Presentación del grupo musical Altura
Picardía y notas musicales
El primer día tenía que iniciarse con pie derecho y para asegurar ello, se organizó un taller de preparación de ceviche. El encargado fue el cocinero peruano Emilio Espinoza Schwarz del restaurante Pikante de Lucerna. Con asistencia de un traductor de forma muy entretenida les enseñó a un grupo de curiosos suizos y peruanos cómo se hacía la leche de tigre y qué pescado es el mejor para este plato tan sencillo y a la vez tan complejo. El ají no solo pica sino también tiene sabor en el Perú y allá existen una inimaginable variedad. Lo interesante y lo que más llamó la atención a los asistentes fue que en tan solo pocos minutos se preparó un plato a base de pescado fresco de carne blanca con ingredientes provenientes de diferentes partes del Perú. Cebolla roja de Arequipa, limón de Piura, choclos de Cusco, maíz chulpi de la sierra central, ají amarillo escabeche de la costa, rocoto de la costa y hasta la sal proveniente de Maras, una salinera en Cusco.
El resultado fue una deliciosa sorpresa que se vio reflejada en la cara de los asistentes que probaron el ceviche por primera vez y los que ya lo conocían, lo saborearon acompañados de una gran sonrisa de oreja a oreja acompañados de un “mmmh…”.
“Si no bailas no eres peruano” me dijo una señora mientras salía presurosa para zapatear una canción del zambo Cavero. El grupo musical Alturas hizo mover las caderas a los espontáneos que se atrevieron a bailar ritmos del acervo andino, selvático y costeño.
Causa acevichada
Calidad antes que cantidad
Doce de ciento cinco stands fueron peruanos. Suficiente y variados para un primer paso en una feria grande como esta en Suiza. Mercado Perú se encargó de mostrar la intensidad de las frutas y el chocolate de cacao peruano. La Tiendita hizo recordar a las típicas tiendas de abarrotes que existen en cada esquina de Perú. Bergolio es una propuesta adaptada a lo que exige el consumo responsable en el cuidado de la belleza y la salud usando materia prima de los incas de tratamiento biológico y productos veganos. El atrevimiento de Briccos para hacerse un espacio entre el dificilísimo mercado vinero en Europa es loable y como punta de lanza se presentó con los vinos Intipalka. El café peruano se vende solo, sí, su calidad es mundial y más aún si Kurisumi vendió café de cultivo biológico y trato justo hacia el agricultor. Para conocer la belleza de los pueblos y lugares del Perú Heliconia Lodge y Viajando ofrecieron paquetes turísticos. La textilería de alpaca fue expuesta por la firma arequipeña Makuyamu. La mariposa quechua Pillpintusta, empresa dedicada a la confección de artesanías diseñadas y confeccionadas con semillas amazónicas y minerales del Perú, fue un punto muy visitado. Ninayux expuso velas decorativas que provocaron el interés permanente.
¿Y el paladar?, los visitantes fueron engreídos por el catering Rocoto & Sour de Berlín y Mercado Perú; los ceviches, las causas con langostinos, las causas acevichadas, los secos de res, las butifarras y creaciones a base de quinoa inundaron el ambiente de un aroma exquisito e inacabable que hizo honor al nombre de la feria. El pisco sour, el chilcano, el cuba libre a base de ron trujillano, la añorada cerveza Cusqueña, la insuperable Inca kola y la chicha morada por supuesto estuvieron presentes gracias a la barra del Pisco Bar.
Carlos Alberti de Pisco Bar
Así, durante cuatro días Perú estuvo bien representado por estos expositores que sin lugar a dudas han reconocido sus fortalezas y visualizado el potencial por desarrollar. Al final del recorrido por todos los stands puedo decir que la Basler Feinmesse “vale un Perú”.
Preparación pública de ceviche. Cocinero Emilio Espinosa. Cortesía: ©Tatiana Medina.
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