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Vivimos en un mar de colores donde tienes que encontrar la ola perfecta para surfearla y mantenerte.
— Entrevista al compositor y cantante español Alvaro Soler por María José Burguillos de @PuntoLatino, Universal Music Zúrich 19.10.2018.
Alvaro Soler nos habla no sólo sobre su nuevo álbum Mar de Colores y su trayectoria como músico, sino también de su visión sobre los problemas actuales del mundo. He de decir que me he encontrado con una persona inteligente y talentosa, pero a la vez humilde y cercana.
— Alvaro, ¿Cómo empezaste en el mundo de la música?
— Hace tiempo ya. La música siempre ha sido parte de mí. Siempre había música en mi entorno. Mis padres no son músicos, pero escuchaban mucha música cuando íbamos en el coche o en otras ocasiones, por ejemplo a Phil Collins. Mi abuela tenía un piano de pared en casa, un día lo toqué y ella nos enseñó una canción muy típica. Luego nos mudamos a Japón con mis padres y cuando cumplí diez años les pedí un piano eléctrico para mi cumpleaños. Era muy básico y muy fácil. Tenía varias canciones y te enseñaba qué teclas tenías que tocar con la mano derecha y cuáles con la izquierda, porque yo de solfeo no sé nada. Al final terminabas tocando “Para Elisa”. Era muy divertido y con doce años me puse a tope con eso, pero nunca di clases bien hechas, solo tres meses de clases de piano moderno para hacer acordes. Seguramente me ayudaba, pero veía que no me motivaba. Después de eso estuve siempre en grupos de música en el cole, me gustaba tocar de todo. La primera vez que toqué delante de gente toqué la batería, aunque muy mal... (ríe). Soy muy curioso como persona y siempre me gusta investigar, aprender cosas nuevas y dejarme llevar. Cuando algo me gusta me meto a fondo.
Después de eso empecé a escribir canciones. Con dieciséis años cuando ahorré me compré un MAC y vi que podía conectar al ordenador el piano que me regalaron mis padres. Vi que podía grabar cosas a la vez en diferentes pistas, hacer composiciones más largas, sin muchos límites. Siempre me han encantado por ejemplo los videojuegos, pero siempre tienen límites, y en la música de repente abría un programa y no los tenía. Eso molaba mucho porque podía hacer lo que quisiese. Después de eso volvimos a España. Allí la gente no hacía tanta música en clase, porque en Japón todo el mundo en el cole tocaba instrumentos y era muy musical. Al acabar el colegio, me metí “dentro de mí” para escribir canciones en mi habitación, mejorando e intentando investigar sobre cosas nuevas, siempre solo. Mi hermano siempre había cantado “a su bola” y yo a la mía, siempre íbamos por separado, hasta que un día dijimos: ¿Por qué no hacemos algo juntos, ya que no hay nadie que quiera hacerlo? Así que con otro amigo creamos un grupo donde cantábamos en inglés y hacíamos música en España. Era un mundo muy complicado porque la música en España en inglés suele ser bastante difícil. A partir de ahí empezó todo a subir y a subir, y aquí estamos.
— ¿Cómo ves el panorama musical actual en general?
— Una palabra muy actual en cuanto a la música y al mundo creativo es “devorar”. Creo que todo el mundo devora la música muy rápido, por ejemplo en el mundo urbano, latino o en el mundo del trap. Es algo que en Spotify tiene mucho éxito, más que en otro tipo de plataformas. Hoy hay más exigencia incluso por parte de los fans, hay que estar más al tanto de todo. Antes podías ser un poco desastre y te podía ir bien porque a lo mejor tenías un manager que te espabilaba, pero hoy en día si no tienes dos dedos de frente como artista, creo que eso es muy difícil, porque la gente al final lo va a ver. Creo que el artista acaba con muchos más puntos hoy que antes. Sigue existiendo el mundo de las drogas y gente inestable en el mundo de la música, pero en mi caso la gente con la que me he rodeado ha estudiado, está muy cualificada y de hecho sabe como currárselo. Ahora hay que trabajar mucho más que antes. Hay cosas en el mundo de la música que han cambiado mucho respecto a hace diez años.
— Tu single La Cintura, incluído en el álbum Mar de Colores, ha sido número uno en países como Italia, Suiza, España, etc., ¿Qué nos puedes contar sobre este álbum?
— El primer álbum era como un experimento que hicimos para probar algo nuevo. Me junté con dos alemanes en Berlín, fue muy divertido, y empezamos a trabajar sobre todo en castellano. De repente funcionó mejor de lo que pensábamos. En el segundo álbum partimos desde otra base. Antes de que saliese Mar de Colores teníamos ya una base de seguidores. El punto de partida es muy distinto en cuanto a que ahora hay más exigencia y proyección, porque el álbum lo verá más gente que hace tres años. Es muy bonito y motiva mucho hacer alguna cosa que tengas ganas de enseñar a la gente y que te pueda conectar con ella. Creo que esa fue la diferencia entre los dos álbumes. Mar de Colores es un álbum muy personal y versátil, tiene canciones de todos los estilos y el feedback que te da la gente es que cada uno tiene una canción favorita que es distinta a la del otro, no es que el álbum tenga dos o tres canciones buenas y el resto no, sino que tiene un poco para todos. Eso está muy bien.
— En el mundo estamos viviendo momentos difíciles, los problemas que tenemos de inmigración, las guerras, los conflictos. ¿Qué visión tiene Alvaro Soler sobre el mundo?
— Yo vengo de Barcelona que ahora mismo está siendo un sitio conflictivo desde el punto de vista político, pero siempre hay cosas que pasan. Creo que si nos ponemos a ver las noticias cada día al final nos deprimimos. Viene bien de vez en cuando escuchar un poco de música para distraerse y para ayudara a seguir adelante. Cuando era pequeño siempre veía las noticias en casa con mis padres. Al volver del colegio a las tres era como un ritual. Muchas veces lo positivo y negativo estaba bastante igualado. Hoy en día son todo abusos, corrupción. Hace como cuatro años que no veo la tele.
¿Cuatro años? A ver, no cuatro años seguidos, a lo mejor hay un día que me gusta ver la tele en casa de alguien, pero yo en la mía no tengo televisión. Creo que hay otros modos de informarte sobre la actualidad. Antes la televisión y el periódico eran los únicos medios. Hoy en día tenemos las redes sociales y mucha información en Internet,tenemos muchos medios alternativos, por lo que no hace tanta falta ver la televisión. Te podría hablar tres horas sobre este tema. Hay una serie que se llama Dirty Money. Habla sobre cosas que pasan en el mundo y sobre negocios que a lo mejor no son éticamente tan correctos como deberían. Creo que la ley tiene una zona gris, que hay un vacío legal que permite este tipo de cosas. Ahora comprendo ciertas cosas. Por ejemplo, Donald Trump; antes de ver esta serie tenía una imagen sobre él y ahora mi opinión sobre él es aún peor. Realmente explica cómo está hecho el mundo, que hay mucha gente ciega, que hay personas que por la apariencia o por tener un carisma especial contagian confianza, cuando en realidad detrás de todo eso no hay nada. Eso es lo que está pasando en el mundo. No hay que olvidar que también hay muchas cosas buenas que hacen equilibrar la balanza.
— Cuando se han vendido tantos discos, se es número uno en casi todo el planeta y se ha alcanzado un éxito rotundo, ¿qué logros quedan por cumplir?
— ¿En todo el planeta?, (ríe) ¡no te pases! Yo: Bueno, número uno en muchos países.
Creo que el logro más importante es mantenerse. Para mí es intentar llegar a un punto donde la gente te conozca y puedas vivir de la música. A partir de ahí es ir aprendiendo más y mantenerse con éxito. Es lo más difícil porque realmente todo es como una ola, vivimos en este mar de colores donde hay olas que suben y bajan, tienes que mantenerte y encontrar la ola perfecta para surfearla. Esto es lo más importante.
— Un libro que te guste
— Hay un libro que es divertido que se llama The Power of Now, un bestseller de Eckart Tolle. Está basado en el hecho de que si tú te concentras en el momento presente al momento todos los problemas se relativizan, porque no vives en el pasado con las cosas que han sucedido ya, ni te estresas con el futuro. Tiene su qué, aunque no estoy cien por cien de acuerdo.
— Una canción
— Switch de 6LUCK, es una canción que me acompaña por el momento tan importante que está pasando dentro de mi familia, por ejemplo que mi hermano se ha mudado a Berlín y otra serie de vivencias.
— Un momento especial
— El momento de irme a la cama me encanta, (ríe).
— Un deseo
Creo que el deseo más típico y más profundo es ser feliz, tener una familia y poder compartir todo lo que hago con los que quiero.
— ¡Muchas gracias Álvaro Soler por haber concedido esta entrevista a PuntoLatino! y ¡muchos éxitos más!
Entrevistado y entrevistadora ...
