| LOCARNO 2014 | COLOMBIA |

«El arte urbano bajo el microscopio»

— por Michèle Bigler, redactora de © PuntoLatino, sobre «Los Hongos» de Oscar Ruiz Navia (Colombia) —

«Los Hongos», un film que el director Oscar Ruiz Navia bautiza «sueño documental», demuestra con bastante éxito la otra cara del arte urbano o el grafiti. Desenmascara el lado intelctual de los muros pintarrajeados que muchos condenan como obra de rebelión sin causa. Los Hongos, va más allá de las premisas sociales en torno a los «tag's» de artistas urbanos. Se sumerge a fondo en la afinidad estética de los personajes, el transcurso de la vida cotidiana y el apego al derecho de libertad. Una devoción tan profunda que merece la pérdida de un trabajo a cambio de unos cuantos litros de pintura, una tertulia política o incluso el albergue clandestino de revolucionarios.

La cámara sigue a una amistad de aquellas que no necesita de muchas palabras. Los protagonistas se entienden tal como muchos recordamos haber descubierto la amistad. Ese primer aprecio dentro de la adolescencia que circunscribe la intuición, la lectura de los pensamientos, los silencios comprensivos y las peleas casi fraternales. Calvin y Ras simulan un tour de Cali nada convencional en el cual no existen divisiones entre la noche y el día. Guían a los espectadores por medio de una bicicleta y una patineta (*) a través del camino de sus vidas. Las relaciones familiares y amorosas, la sobrevivencia, la religión y la injusticia son hechos usuales de sus existencias sin embargo, todo ello se dialoga poco dado que hablan con el pincel y su producto final: los murales.

La historia de Calvin y Ras se desarrolla en pleno auge de la «Primavera Árabe» y es con dicho evento histórico que somos introducidos al proceso de planificación que conlleva una obra de arte urbana. Las imágenes que pintan nacen en reuniones clandestinas donde la creatividad florece y los artistas desean darle voz al pueblo, ello lo vocifera uno de los personajes al proclamar a los pintores «representantes de la calle». A pesar de la ubicación geográfica de la película en Colombia, aborda a hogos universales. Existen tantos paralelismos entre las injusticias que transcurren contra la mayoría de pocos recursos a nivel mundial, que quizá por la semejanza entre los conflictos en el norte de África aludidos en el metraje y el maltrato general del hombre menos afortunado surge el lema protagonista del film:

«Nunca más guardaremos silencio»

Expresión que se refiere a la ridiculez de la corrupción y denota la injusticia como raíz de la «Primavera Árabe» y toda crisis de gran magnitud, que como bien sabemos, continua y crece cada vez más en nuestros días. Darle la palabra al pueblo, representar la minoría y demostrar a pleno color que no existen los discursos en blanco y negro resalta como objetivo de los artistas representados en la película.

Oscar Ruiz Navia ha hablado sobre el titulo de su obra que resume muy bien uno de los temas más resaltantes en ella: «la metáfora en el título remite a los hongos explorando su sentido literal: seres vivos que aparecen en contextos de tremenda podredumbre y descomposición. Los hongos son la vida que surge en la muerte. Y es ahí donde podría radicar el espíritu de este film: LA VIDA.» Con ello los invito a explorar las calles de Cali junto a Ras, Calvin, sus novias, amigos y sus familiares, especialmente la abuela cancerosa, a quien no se le escapa nada. Un candidato muy probable para el gran premio de Locarno.

Locarno, agosto 2014, Michèle Bigler de © PuntoLatino

Jovan Alexis Marquinez (Ras), Calvin Buenaventura Tascón (Calvin) y al actor «cantante», Gustavo padre de Calvin. Foto: Luis Vélez Serrano

| CINE | LOCARNO 2014 | 

De la pantalla a la calle

— Nota de Michèle Bigler de © PuntoLatino —

Locarno se convierte en un escenario de metaficción durante las dos semanas del festival. Directores, productores y los actores de las obras que se observan en la pantalla grande se pasean por las calles de un lado al otro participando en las actividades que ofrece la hermosa cuidad durante el festival. En ello existe una ruptura entre la pantalla y la realidad. Es así que las fronteras de ficción se divulgan y los que asisten al festival pueden coincidir con los personajes que han observado mediante la semana. Asimismo reconocí al elenco de «Los hongos» al lado de su director. Caminaban por las calles de Locarno, como si fuese Cali, en grupo siempre unidos y promoviendo su film.

Muchos actores se someten a grandes transformaciones a fin de cumplir con un personaje. Es inclusive posible no reconocerlos fuera de la pantalla. Tal no es el caso con los individuos de «Los Hongos». Si su director, Oscar Ruiz Navia considera su film «un sueño documental» es porque, tal como me precisó paseando por las calles de Locarno:

«Todos los personajes que aparecen son auténticos y aportan al film, tienen los mismos nombres en la vida real y gran parte fue improvisada. Claro que yo tenía un guión preparado, pero se ofuscaba a medida que filmábamos y tendía a seguir los pasos de los actores más que los del guión. Por ejemplo, mi padre, es igualito a su personaje en la película.»

Todo ello lo cuenta mientras que Ras se encuentra a unos cuantos metros adelante rodando sobre su patineta parando de vez en cuando para observar y tomar fotos del grafiti que decora algunos de los muros de Locarno. Gustavo, el padre de Ruiz Navia me habló de su carrera de cantante y al explicarle mi origen mexicano, me contó orgullosamente de su último disco que incluye boleros mexicanos. Atendí a su discurso sobre la música «de verdad» que supuestamente ha desaparecido en nuestros días y tuve la oportunidad de recibir una serenata personal bajo un paraguas en camino al teatro Rioalto. Luego queda Calvin, callado, sereno y presente. Todo ello me transportó a la pantalla, al mundo de «Los Hongos», a ser parte efímera de ese «sueño documental» que no parece tener fronteras, lo cual hace de ese género autonombrado por Ruiz Navia un logro internacional.

(*) El director Oscar Ruiz Navia (izquierda), Calvin, Ras y ... los actores de «Los Hongos». Ras estuvo con su patineta por las calles de Locarno ... los que vimos la película lo pudimos reconocer y saludar. Foto: Michèle Bigler.