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| CINE | LOCARNO 2014 | ARGENTINA |

Sobre «Dos disparos»: El suicidio y el hombre

— Nota de Michèle Bigler de © PuntoLatino sobre «Dos disparos» de Martín Rejtman —

El suicidio de Robin Williams ha hecho eco en todo el mundo. Transcurrió en pleno desarrollo del festival de Locarno e impactó mucho a sus admiradores. Como consecuencia los medios han explotado el tema del suicidio y el hombre. The Guardian ha sacado varios artículos en torno a la depresión y sus consecuencias resaltando la gravedad del problema en la actualidad. Es dudoso que el director de «Dos disparos», Martín Rejtman haya previsto la concordancia de la tragedia de Robin Williams y la presentación de su última producción en Locarno, sin embargo, han aparecido paralelamente y por lo tanto, el film tal como sucede en la vida real no ofrece respuestas concretas. Roza sobre el complejo de una forma bastante superficial, simula un suicidio fracasado y la dificultad de descifrar el porqué que se esconde detrás de dichas tentativas.


Se podría cortar el film en dos partes y decir que cuenta historias paralelas. En la primera el suicidio fracasado de Mariano, un adolescente de 16 años y el después de su sobrevivencia. Mariano es un individuo introvertido. Se nos introduce bailando solo en una discoteca, luego regresa a su casa por la madrugada, se mete a la piscina, corta el pasto, encuentra una pistola y se dispara dos balazos. Uno en el cráneo y el otro en el estómago. Sobrevive. Luego lo seguimos en su recuperación. Un chico de pocas palabras que nunca da razones por sus acciones. Intenta reintegrase a su vida cuotidiana con todo y la silenciosa paranoia de sus familiares. El único razonamiento que ofrece, consiste en tres palabras «hacía mucho calor». Una de las balas permanece en el cuerpo de Mariano y le complica sus actividades, es incapaz de tocar su flauta sin el eco que disturbe a su cuarteto y lo impide entrar a sitios con máquinas de seguridad. La secuela de su atento está dotado de un humor algo difícil de conectar con un episodio de escala dramática. No obstante, Martín Rejtman logra combinar el humor y la tragedia con una afinidad admirable y centrada en el detallismo.


Por otro lado se desarrolla la historia de la madre de Mariano y las técnicas de enfrentamiento que emplea para sobrellevar el intento de muerte de su hijo. Al regreso de Mariano del hospital sufre de insomnio dado que busca cualquier objeto peligroso en la casa que permita un duplicado del atentado. Entierra la pistola, cuchillos, corta uñas y todo lo que podría causar otro accidente. Al mandar al hijo a vivir con su hermano se mantiene en contacto con el hijo por vía de un celular «antiguo» que no deja de sonar. Al quedarse sola en casa toma unas pastillas para lograr combatir el insomnio y termina durmiendo por días. Tras el terror de perder a su madre el hijo la lleva al doctor quien le recomienda unos días de vacaciones. Ella también sufre por el color que abochorna la cuidad de Buenos Aires en verano y se escapa con la maestra de música de Mariano y una señora algo extraña por decir lo mínimo a su departamento en la playa. Allí vive un par de aventuras que parecen divulgar del hilo principal de la historia, sin embargo, parecen demostrar con eventos banales y cotidianos que efectivamente la vida continua.


«Dos disparos» es un filme de humor sutil que demuestra lo sistemático que puede ser la vida. No se frena en excesos ni glamour, al contrario sigue a un grupo de personajes mientras que batallan las repercusiones de un evento trágico. La cámara de Martín Rejtman focaliza con fineza los detalles en torno a la vida de una familia, quizás llamando atención a la banalidad de ella y resaltando la belleza en lo ordinario. Tal como es por ejemplo, encontrase a alguien en una tienda de música y lo bello de escuchar distintos grupos lado a lado, sin tener que hablar. De cierto modo la película filma las relaciones entre personajes y la forma en que se puede forjar una amistad, hermandad o relación amorosa. Un bello enfoque sobre los pormenores de la cotidianidad humana.


Locarno, agosto 2014, Michèle Bigler de © PuntoLatino
Fotos: Michèle Bigler: 1) Director y actores en la presentación de «Dos disparos» en Locarno. 2) El director artístico del Festival Carlo Chatrian presenta al director del filme Martín Rejtman.

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