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Césars Grill - El regreso de un hijo emigrante

— Nota de Xenia Keller de © PuntoLatino —

El 29 de mayo el emigrante Darío Aguirre presentó en el cine “Atelier” en Basel su nueva película “Césars Grill” de la cual es director y en la cual es protagonista al mismo tiempo.
 

Darío vive en Alemania, su familia vive en el Ecuador. Darío es vegetariano, su padre César man-tiene un Grill. Donde no hay mucho que contar, la distancia es aún más grande. Un día recibe una llamada inesperada: El restaurante está sin blanca, César con deudas y el matrimonio de los padres en crisis. Darío Aguirre viaja a casa, llevándose su videocámera, y con ello a nosotros, con el fin de rescatar el lonche. „Al final, un hijo latinoaméricano es una especie de seguro de sovrevivencia para sus padres”, constata.

En Ambato, después de doce años, su visión de mundo choca con la de su padre. Esa relación difícil entre padre e hijo forma el argumento general del documental, mostrando la transformación de no hablarse al acercamiento irresoluto y a debates absurdos en un drama familiar humano. Finalmente todos podemos indentificarnos con su historia ya que la búsqueda de las raíces es algo básico y universal.


No solamente cuenta una historia sino también el modo de vivir a lo ecuatoriano
La muerte de la querida madre, que había sido el vínculo principal entre padre e hijo, deja un vacío y lleva a un cambio incisivo. Sin embargo, el filme permite la interrelación de presente y pasado y así la sabia madre sigue representando a una figura clave. „Una persona es una idea”, explica Aguirre. Así también el padre César con el tiempo empieza a desarrollar una nueva perpectiva. „Eso es la vida”, sonríe.

Es esa naturalidad con la cual Darío Aguirre nos muestra su vida que impresiona. Así permite a la cámara, o bien al público, de captar momentos íntimos e intensos. Aquellos serían el resultado de conversaciónes largas que había mantenido para llegar al “punto esencial” de aquellos, cuenta. Mientras Aguirre mismo es la figura principal, se contiene y cuenta su historia de manera objetiva acompañada por su sutil sentido de humor. Mientras va profundo y toca a los temas grandes, logra mantener la emocionalidad con una levedad refresecante a pesar de toda severidad.

Eso mismo sería algo típicamente ecuatoriano y así la película no solamente narra una historia, sino también un modo de vivir dado que Aguirre capta algunas características de los ecuatorianos. “Mi padre es como el Ecuador de cierta forma”, dice. El humor sería algo inherente a la cultura ecuatoriana y como su padre, los ecuatorianos suelen contarse chistes luchando contras las dificultades de la vida, explica.

Y dónde no hay mucho que contar, Aguirre canta. A través de sus canciónes comenta e ironiza al mismo tiempo lo ocurrido. Al final del estreno en Basilea, Aguirre entró a la sala con su guitarra y nos sorprendió con un último tema. El público estaba entusiasmado y aplaudió durante mucho tiempo. Una señora ofereció espontáneamente de hacer publicidad de la película en un cine en Quito para que muestran el documental también en el Ecuador.

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